Heteroflexibles y homoflexibles

Las reuniones son siempre una fuente de inspiración para estas columnas. La semana pasada me reuní con mis mejores amigas heterosexuales a fin de celebrar mi cumpleaños.

De plática en plática, y como los locos, caímos en la conversación sobre los heteroflexibles, aquellos personajes que en la fantasía de muchos homosexuales,llegan a tener sexo con ell@s, siendo "heterosexuales".

De súbito, algo revelador y sorprendente: durante la conversación una de mis amigas ,afirmó que si ella tuviese la oportunidad, no se reprimiría el gusto de estar con Sharon Stone, por ejemplo.Aunque, después de todo y como dijo un politiquero de oficio: "yo no sé de que se asustan", este comentario puede sucitar los más escándalosos comentarios por parte de unos y otros.

Desafortunadamente para muchas lesbianas,en la práctica, mi amiga es heterosexual y aunque el comentario puede despertarle el morbo o la intención a más de alguna, les garantizo que es uná pérdida de tiempo. Ella es una defensora del sano ejercicio del placer sexual, en todo caso.

El punto que mi amiga quería ilustrar (una vez más) es el asunto de la flexibilidad, en materia sexual. Cuestíon de química y oportunidad.

Una serie de preguntas inquietantes se agolparon en mi mente. Un amigo mío dice que tener relaciones sexuales con una mujer representa el acto más terrible - y abominable- de sedición que un homosexual puede cometer, después de engendrar un hijo. Casi,casi, como cometer sacrilegio.

En nuestro afán de etiquetar todo, ¿No estaremos reduciendo nuestras opciones sexuales, al punto de limitar nuestra libertad de gozar de algo que podría resultar placentero?

¿Acaso, por el hecho de ser homosexuales, nos estamos quedando rezagados en la escala de la libertad sexual? ¿Son menos los Homoflexibles que los heteroflexibles?

Se supone que nosotros por el hecho de ser minoría, somos de los grupos llamados a defender las libertades civiles y la igualdad entre los humanos, pero como muchas cosas de la vida, la teoría supera por mucho a la realidad práctica. No somos tan flexibles.