jueves, 7 de octubre de 2004

Drama,Drama, Drama

Uno de los más famosos términos del vocabulario gay es el/la "Drama Queen" y se refiere a las personas que hacen una tormenta en un vaso de agua.

Podría afirmar que en determinadas circunstancias YO me he comportado como una Drama Queen. Así que hablo con conocimiento de causa.

El Drama es parte esencial en la vida de todo homosexual, pero ¿Es en verdad necesario?

A pesar de la Intensidad que el Drama le brinda a nuestras vidas (la intensidad propia de un Travestido imitando a Mónica Naranjo, como me diría alguien una vez), el precio que se paga muchas veces el deterioro de una relación que de otro modo podría ser bastante gratificante.

El problema reside en que no sabemos relacionarnos de otra manera, que no sean las características escenitas, gimoteos, balbuceos, celos, recriminaciones y demás homosexualidades características de una verdadera Reina del Drama.

Llevando el Drama casi hasta el Zen, hay gente que no se conforma con sufrir (y encima hacer sufrir a los demás) con una situación particular en la que se tiene derecho a sentirse triste, molesto o incluso, enojado y comienza a mezclar (recordar, y recriminar, con la precisión de una grabadora) hechos o acontecimientos del pasado para así poder incrementar la sensación de Drama. Es lo que dice una amiga mía: Hacer Sopa de Gatos. De gatos vivos.

Muchas personas no solamente homosexuales, pero particularmente, necesitan el drama como una droga, no funcionan sin él.

Mis descubrimientos en esta materia no se quedan ahí, I’m far beyond… existe un tipo de personalidad que es capaz de convertir a una persona normal en una Drama Queen: los individuos Dramágenos. Es la persona que en términos vulgares, le gusta azuzar al toro con vara corta. En términos psicológicos es un pasivo agresivo inductor de Drama, en la mejor tradición del sadomasoquismo mental. Y creanme, es tan desgastante, como un peeling químico.

Una noticia: Existen maneras más saludables de relacionarnos que pueden ser igualmente intensas. El problema es que la mayor parte de la gente prefiere seguir en la mutua condición de abuso psicológico y consideran que nunca se han herido lo suficiente y no se pierde nunca la ocasión (cumpleaños, navidad, aniversario de mes) para hacer una escenita que haría ver a Hanníbal Lécter como un Amateur. (Ya se sabe la frase popular: Maldita, me querés destruir!, muy apropiada para una escena Dramática digna de un Tony)

Los exhorto a que sigamos jodiéndonos la vida con mucho Drama, a ver que tan lejos llegamos….Nos deseo a todos feliz Sepelio.

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