Heterofobia: La otra cara de la moneda

En entregas anteriores nos hemos referido a la Homofobia en homosexuales, gays y heterosexuales, pero recordé un hecho que me sucedió el año pasado; algo tan bizarro, que es digno de un capítulo de "Dimensión desconocida".

Un episodio de heterofobia: un amigo gay (sí, me refiero a vos Keta, no te hagás) se negó categóricamente a invitar a dos de mis amigos heterosexuales a una fiesta ,que hacía en su casa , en honor del que en aquel entonces era mi pareja (¿te acordás ,Maldita?), alegando que no se siente "completamente libre" en presencia de heterosexuales.(Sí Keta, como la mafia: perdono, pero no olvido). Sin entrar más en los desagradables detalles de los hechos acaecidos aquella fatídica noche, que casi terminan con nuestra amistad, les pregunto ¿Por qué debería yo renunciar a mis amistades heterosexuales unicamente porque a mis amistades gay les chocan los heterosexuales en general?

De aparecer en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la definición se leería algo así:

Heterofóbico:Dícese del Homosexual que pretende llevar una vida rodeada unicamente de estilistos, modistos y aprendiches de esteticiéns y/o similares. Leáse: que sólo se rodea de gente homosexual. Ú.t.c.s.(úsese tambíen como sustantivo).

Éste es aquel homosexual que no soporta que sus amigos, novios o amantes tengan algún contacto con el mundo heterosexual, prefiriendo vivir en su burbuja rosa gay, aislados del mundo y sus "asquerosas y obsenas heterosexualidades".

Así somos de paradójicos, por un lado exigimos que se nos reconozca como gays, por el otro rechazamos a los heterosexuales,en una absurda imitación de su conducta.

El asunto es INTEGRARSE a la sociedad. De nada sirve que nos reconozcan, si igual, nosotros mismos terminamos segregándonos.

Si no te sientes "completamente libre" en presencia de quien sea: amigos heterosexuales, tus padres, el Papa, etc., en realidad es porque tienes problemas asumiéndote como homosexual.

Si de verdad pretendemos que algún día se reconozcan nuestros derechos civiles, que nos vean como personas que somos, como parte de una sociedad, hay que comenzar por quitarle a ésta la idea de que ser homosexual es algo tan terrible y abominable, que tiene que ser vivido en la clandestinidad impuesta o elegida.

Integrar nuestros mundos puede no ser cosa fácil, pero pienso que es nuestro deber. Es lo más sano para los dos mundos.