martes, 9 de noviembre de 2004

¿Somos o nos Hacemos?

De vuelta brevemente a la cotideaneidad del Chat, en un breve interlapso entre mis giras a Managua, me topé con un viejo conocido en el MSN, y despúes de hablar (por n+1 -ésima ocasión) de su ya no tan reciente ruptura sentimental, me hizo el comentario acerca que él no quería empezar una nueva relación , por el hecho que no quería volverse -en sus propias palabras-PUTO.

Trás recobrar el aliento después de reirme a mandíbula batiente por varios minutos, y una vez que me hube enjugado las lágrimas, recordé las palabras de mi sabio mentor, el Negro Mandingo, quien me dijo una vez en tono de vieja Chamana del noroeste mexicano:

"Existen dos clases de Homosexuales: los que afirman ser promiscuos y los que mienten al respecto"

Y siguiendo a la mejor de las tradiciones republicanas -eso está de moda en estos días, pregúntenle a Aznar- todo es cuestión de cómo se defina una persona , o mejor dicho , de cúantas personas nos parezcan que sean necesarias. Como dijo Bush, todo es cuestion de como se definan las cosas.

Además, hay que considerar que la oportunidad es la madre de la promiscuidad. Decía mi bien enterado jefe la semana pasada, (mientras boicoteaba con bastante éxito mis andanzas en Managua), la gente que en la mayor parte de los casos no es promiscua, es la gente Fea...

Ya les veo la cara a todos. No nos pongamos los moños por favor, no soy ninguna maldita , ni quiero destruir a nadie. Sencillamente digo la verdad. Si les ponen enfrente un Efebo, con su parte completamente erguida y en posición convidatoria, ninguno se resistiría a avalanzársele a la primera provocación (yo incluído). Puedo imaginarlos a todos con la boca hecha aguas, no finjan.

Lo más triste de todo es ser brincón (dicho en buen colombiano) y después dárselas de puro, casto y angelical, (conozco unos casos, pero callaré para que la amistad perdure).

Todos tenemos un pasado y tratar de ocultarlo (o peor aun: de negarlo), es un absurdo peor que afirmar que existen pajaritos preñados. Ya decía un conocido: Todos cogen y al final la puta soy yo.

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