Es sólo un Asunto de Precio

El tío a la tía en un bar:
Te acostarías conmigo por un millón de dólares
-Por un millón de dólares...sí.
-¿Y si te doy 50 ahora mismo?
la tía escándalizada:
"¿Pero qué te has creido que soy?
-Vamos, eso ya lo tenemos claro, ahora lo que estamos haciendo es
discutiendo el precio.

¿Recuerdan la entrega "Conservas en su jugo"? Pues hace dos fines de semana, me encontré con el más digno representante de la más alta ultraderechista y retrógrada ala del FRRGN (Frente Religioso Revolucionario Gay Nicaragüense) a quien nos referiremos por su nombre de pila: Salvador,dónde más que en el mayor lupanar de toda Managua después de la Disca Homosesual: Metrocentro, el mall local. (Extrañamente he decidido mandar al carajo mi "ética" en este caso, por lo que usaré su nombre de pila,pero es que el hecho me indignó a tal punto que decidí hacerme el relajado)

Después de saludarnos y atrapados en medio de un temporal (al que mi jefe más tarde se referiría como "el poder de la mano de Dios", en vista de los relámpagos y truenos que caían a una distancia preocupantemente cercana-inequívoca señal divina-) procedió a realizar sus avances indecorosos y demás invitaciones impropias de una señora como ella: tan cátolica, devota y sobre todo comprometida-2 años de pareja -; alegando que su pareja sale solo con sus amigos los fines de semana y que (otra señal,la más clara de todas) podríamos salir y "pasarla bien ;)".

Con tantas señales divinas no tuve más remedio que volverme profeta y tener una epifanía: Este Salvador es una Puta.

Es indignante , verdaderamente indignante, que haya gente que tenga la cara tan dura como un adoquín. Más cara, sólo la gasolina.

La verdad ya lo tenía claro,yo ya sabía que él y JC se habían conocido, tal y como Adán conocióo a Eva en la Biblia: mientras salí con JC éste tuvo a bien comentarme que el había yacido en adulterio con Salvador, cuando recién se conocieron. Ya se sabe que lo que se rechaza con más pasión es lo que más se desea con más anhelo, si no, vean a los homofóbicos.

Ya he manifestado en mis entregas anteriores mi punto de vista sobre temas cmo la fidelidad y la sinceridad, y por lo visto, sigue primando en la sociedad aquella peligrosa premisa de "Ojos que no ven, corazón que no siente".

Lo que me sigue pareciendo terrible al final de esta historia es que existan personas como Salvador, tan inconsistentes como un sistema de ecuaciones de 3x2, incapaces de hacer lo que dicen y por la tanto tan dignos de confianza como un político latinoamericano. No se extrañen que el ambiente esté lleno de esta clase de gente, con las que nisiquiera es necesario discutir el precio.