viernes, 25 de marzo de 2005

Lo que no te Mata

Una de las mayores ventajas de tomar riesgos en la vida, es que cuando lo haces y las cosas no salen como uno esperaba, te resulta más sencillo moverte a lo que sigue.

Puede que suene a que soy una persona superficial y sin sentimientos -bueno, a veces lo soy...a quién quiero engañar?- pero en el fondo, todos tenemos nuestro corazoncito. (Si, todos, hasta la puta más puta de disco homosexual tiene un corazoncito dentro, aunque lo niegue).

El asunto es apostarlo en el momento adecuado y con la persona adecuada (no se emocionen, que no hablo del Príncipe Azul, eso no existe)

Pero, como en la escala de las Relaciones de Samantha (Sex in the City) "cuando tu cara en una relación ya no es de felicidad, lo mejor es retirarse antes de que uno comience a decir cosas de las que después se pueda (y seguro se va a ) arrepentir."

Así desde el miércoles que tuve el desafortunado desazón con "P", decidí que era tiempo de tomarse las cosas con calma y de manejar mi frustración y mi dolor de una manera más ventajosa para mí.

Después de todo, no es la primera vez que "me" rechazan. Entrecomillado, por que sé que es algo que no es personal contra MI, si no más bien el resultado de la interacción entre situaciones existenciales preestablecidas: la incapacidad de "P" para establecer un vínculo afectivo, no es mi culpa, ni mi responsabilidad.

Si bien es conmigo; y no niego la posibilidad (y en el fondo, el deseo sincero) de que "P" pueda establecer y consumar dicho vínculo, yo ya no me siento mal por no verme correspondido por una persona que consideré especial.

Me pasó hace más de dos años con "A". "A" , magnífico partido y de muy buen ver, pero también, con problemas en asumir su homosexualidad a los 32 añitos.

Uno no puede tratar de ir por la vida asumiendo los problemas de relacionamiento de los demás como propios. Tampoco quiere decir que uno sea siempre "El Muchacho".En algunos casos, uno EFECTIVAMENTE, tiene la completa autoría -con derechos reservedos- del fracaso de una relación, o del inicio de una. Y en esos casos es que uno tiene que asumir la consecuencia de las propias acciones y ver como resuelve las cosas, sobre todo , para uno mismo.

Cuando uno pierde de vista esta perspectiva de la realidad y decide hacerse LOCA de la cabeza también, es cuando la cosa comienza a necesitar ayuda profesional inmediata.

No digo que no duela y que no haya momentos en que uno odie a la persona, pero es parte de un proceso de exorcismo afectivo.

Despúes de un tiempo, y si uno hace las cosas de forma adecuada, uno es capaz de encontrase con esa persona que fue tan especial y recordar los bonitos momentos que se pasaron juntos, con una justa cantidad de nostalgia y cariño.

Al final, con la experiencia, te das cuenta que lo que no te mata termina por hacerte más fuerte.

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