Missing Impossible
OK. Aterricé por fin. Ya mi cerebro se ha dado cuenta que estoy en Tegucigalpa. Lo más extraño de este regreso es el sentimiento de enajenación que me embarga. Nunca pensé que se llegaría el día en que dijera ésto, pero : extraño León.
En León me había hecho la idea de no tener una vida afectiva satisfactoria durante los dos años que teóricamente durase mi permanencia. Tenía “el programita” cargado.
Vuelvo a casa y las cosas no son ni remotamente cercanas a como las había dejado. Y escribiendo estas líneas me doy cuenta de lo furioso que me encuentro de que se hayan robado mi queso.
Encima de eso, súmese las expectativas generadas al descargar “el programita” y toparme con que lo único que no ha cambiado en mi puñetero entorno, es la mentalidad de esta gente. Cerca de cinco años no han servido para que algunos de mis ex, permanezcan estacionados en la misma terminal, la gente estática en su mundo seguro y yo de imbécil “Playing the Angel” , intentando generar cambios.
“How I miss the places we’ve never been to…”
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