domingo, 26 de abril de 2009

Respuestas:

No hay que hacer las cosas correctas por las razones incorrectas. Por eso, sin más preámbulos:

¿Si sería capaz de mantener una relación monógama?

Yo sí, pero dudo que los demás lo sean. (Nuevamente, volvemos al tema de la confianza). Creer otra cosa es idealizar y yo ya no estoy para esas.

¿Qué qué busco: si una relación o sólo sexo?

Depende de la otra persona.Yo siempre estoy abierto a conocer a los demás (en el amplio sentido de la palabra). Que la gente permita que la conozcan, esa es otra pregunta. Había olvidado lo difícil que resulta  esto en Honduras.

Finalmente, y en conclusión, ¿Qué cómo es la persona que busco?

Sencillamente alguien que no sienta que no soy lo suficientemente bueno para él y que yo sienta que él es lo suficientemente bueno para mi.

Las cosas claras. Adiós 30 días de celibato. Gracias por hacerme pensar de cualquier manera.

lunes, 20 de abril de 2009

La Enfermedad del Miedo

En los años 1970, la Sociedad Americana de Psiquiatría (APS) sacó a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. No debieron.

No debieron por que la sociedad de aquel entonces, al igual que la de ahora, no estaba preparada para asumir que un pequeño grupo, una minoría ejerciera la libertad de coger con quien quisiera a la hora que quisiera, en la posición que quisiera, sin afrontar las consecuencias de un embarazo (según mi propia teoría de conspiración, por eso inventaron el HIV, pero eso es otro Blog).

La raíz de las diferencias, la competencia por los recursos, hizo que a pesar de la eliminación científica de nuestras particular diversidad, socialmente haya existido siempre el rechazo, que imposibilita que la enfermedad del miedo, que es la que verdaderamente padecemos los homosexuales, agregue a la lista una serie de disfunciones emocionales, extraños complejos e incluso síndromes a la la lista de la APS.

Desafortunadamente, para alguien como yo, que ha decidido vivir sin miedo, eso no facilita las cosas. Al contario, las complica. La gente teme que tanta libertad de mi parte los ponga en evidencia. (Algunos absurdos ven la lagaña en el ojo ajeno y no miran el rimmel en el propio).

Por eso no debieron.Una vez más las cosas se hicieron al revés. A ver cuando puchicas se sacan de la cabeza (y de la APS) la enfermedad del miedo.

viernes, 17 de abril de 2009

Missing Impossible

 

OK. Aterricé por fin. Ya mi cerebro se ha dado cuenta que estoy en Tegucigalpa. Lo más extraño de este regreso es el sentimiento de enajenación que me embarga. Nunca pensé que se llegaría el día en que dijera ésto, pero : extraño León.

En León me había hecho la idea de no tener una vida afectiva satisfactoria durante los dos años que teóricamente durase mi permanencia. Tenía “el programita” cargado.

Vuelvo a casa y las cosas no son ni remotamente cercanas a como las había dejado. Y escribiendo estas líneas me doy cuenta de lo furioso que me encuentro de que se hayan robado mi queso.

Encima de eso, súmese las expectativas generadas al descargar “el programita” y toparme con que lo único que no ha cambiado en mi puñetero entorno, es la mentalidad de esta gente. Cerca de cinco años no han servido para que algunos de mis ex, permanezcan estacionados en la misma terminal, la gente estática en su mundo seguro y yo de imbécil “Playing the  Angel” , intentando generar cambios.

“How I miss the places we’ve never been to…”

miércoles, 8 de abril de 2009

Repetition

 

It’s repetition

the only thing I can do

Repetition

I’m coming back to you

 

Cuando Leo me preguntó por qué no había escrito nada sobre mi supuesto apoteósico regreso a las tierras catrachas, la respuesta no resultó tan evidente como se supuso debió ser: Estaba “trabado” en Nicaragua.

Trabado,atascado mentalmente en la vida que había estado llevando allá. Y de regreso, me extrañó percatarme de la migración regresional hacia etapas que yo creía superadas en mi vida. Repitiendo algunos viejos procedimientos en la actualidad en la que quizá no resulten ser garantías de resultados satisfactorios.(Como ha resultado ser, indeed)

He llegado a la conclusión que al llegar a la meta que me había propuesto, al contemplar desde la cima conquistada del reto, el vacío provocado por el éxito, me ha dejado un tanto desorientado.

Dentro de esa confusión momentánea, surgió la necesidad protectora de cometer los mismos viejos y seguros errores.

Me resulta interesante, darme cuenta cómo ésto me hecho me puede traer seguridad psicológica, la constancia de algo “conocido” de que asirme. Una boya en medio de la tempestad de mi propia inestabilidad personal.

Lo único que me conforta de todo el asunto es que al menos inconscientemente sabía que tendría la capacidad de salir bien librado de estos errores y que después de que el agua se aclarase, podría ser capaz de moverme  y seguir adelante. Un paso más consciente. Repitiendo menos y cometiendo nuevos errores. Este dolor no ha sido en vano.