viernes, 6 de mayo de 2005

By the Way

A próposito de hace unos cuantos blogs "Reflexiones Profundas" en los que se planteaba la pregunta sobre si efectivamente existe alguien que armado unicamente con su propia voluntad puede, pudo o podrá evitar la comisión de la infidelidad de la propia pareja, me siento en la necesidad de extenderme sobre los motivos que incitaron dicha inquietud.

El último fin de semana, me encontraba yo, sumido en un estado anímico medio raro, así como medio necesitado de un poco de ayuda químico-farmaceútica (nada ilegal, por supuesto) que normalizara mis niveles de serotonina, cuando de repente, observo que alguien me aculumbra (divisa a la distancia, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española) y me percato que ese alguien, no está del todo mal.

Pispireto todo yo, como siempre, devolví la mirada de manera ordinaria, al momento que varios objetos masivos se acercan a la persona en cuestión y, a pesar de mi siempre prudente discreción, al parecer el coqueteo del muchacho prosiguió, ya que, a los minutos, y después de que el tiempo-espacio inmediato lograra superar los efectos gravitatorios de las tres inmensas masas ya mencionadas y la luz dejara de distorsionarse a su alrededor , recibí informes de parte de mis fuentes en la DC, que mi integridad personal había sido amenzada por la susodicha "pareja agraviada".

Dejando de lado la amenaza,(me rió en su jeta, no en vano me dicen Rojilla), qué le hace pensar a ese pobre idiota que él tiene el poder (como "jimán") de evitar que yo me acueste con su pareja si a los dos nos da la gana????

Hellooooooo!Les respondo yo, que nada me cuesta: N-A-D-A (a menos que sea por la incopatibilidad de horarios o la falta de medios adecuados de transporte, otros obstáculos como la obtención de los preservativos o la disponibilidad de un lugar dónde, han sido resueltos hace ratos...)

Se los digo por experiencia, cuando una persona quiere ser infiel, es infiel, y no hay amenaza, madreada o gritada de precio de por medio que lo impida.

Metánselo bien en el culo, digo en la cabeza, por esas cosas no se debe sufrir: Recuerden a Alcohólicos Anónimos:

Dios me conceda:
Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
Valor para cambiar las que puedo
Sabiduría para reconocer la diferencia.

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