martes, 29 de abril de 2008

La Historia la escriben...

 

La Historia (con "H" mayúscula) la escriben los triunfadores. Una anécdota interesante: Contaba Carl Sagan cómo Eratóstenes hace más de dos mil doscientos años ya estaba calculando la circunferencia terrestre, lo que implica necesariamente que, para aquel entonces, la gente ya sabía de alguna manera que la Tierra era redonda. Algunos siglos después, Cristóbal Colón impresionaba a la Corona Española con la impresionante idea de dar la vuelta a un mundo que para ese entonces se consideraba ya plano.

Se sabe de manuscritos de Pitágoras, donde se establecen las bases del Cálculo, casi quince siglos antes de que Newton y Leibnitz comenzaran a halarse mutuamente aquellas divinas pelucas en la disputa que terminaría por enemistarlos hasta el fin de sus días.

Pero ¿Cómo fue que el Conocimiento involucionó al extremo de dar por pérdidos avances y logros que hubieran podido llevar a la humanidad a la época en la que vivimos ahora, hace más de mil años?

Eratóstenes y Pitágoras eran griegos. Y a ellos, como a toda la civilización -y cultura-  griega, una civilización más grande terminó por asimilarlos. Una más grande y poderosa. Así fue como su sistema de creencias y su cultura termino por fundirse con el de los nuevos conquistadores romanos. Ares se convirtió en Marte, Afrodita en Venus y así sucesivamente, el resto del Panteón.

La influencia de estos sucesos no debe subestimarse por que aún hoy en día, nos afecta de maneras aparentemente inocuas: Los días de la semana tienen nombres de dioses romanos, no griegos.

Una cosa muy interesante es que los griegos y otros pueblos de la antigüedad -incluidos los romanos- no miraban con malos ojos la Homosexualidad.

¿Dónde está el proceso de involución en este caso?

¿Quiénes fueron los grandes vencedores que proscribieron a la Homosexualidad de la lista de placeres permitidos?

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