lunes, 26 de febrero de 2007

Nada

Primero fui Católico y descubrí que conceptos tan absolutos como "la Perfección de Dios" y la "Infalibilidad del Papa"me parecian demasiado categóricos, un dios perfecto es un dios inmutable, y desde ese momento-citando a los griegos- imperfecto. Creer que un hombre puede ser infalible es como creer en Súperman o en el Hombre Araña, aunque sí se haya visto una que otra "Gatubela" en las discos gay. El problema de la autoridad absoluta puesta en esta Tierra por Dios Mismo es análoga a la posición que asumen muchos empleados públicos: Ante la ausencia del Jefe o Supervisor de turno, la eficiencia y la atención al cliente decaen de manera alarmante.
El problema cobra vigencia al leer en un artículo del Diario "La Tribuna" de esta semana un reportaje sobre la crítica que hace una comunidad de feligreces católicos mexicanos a las autoridades de la Iglesia, citando que "los problema del control natal, el aborto y las preferencias sexuales" deberían estar fuera de la opinión moral del Vaticano.

Después fui Protestante ("Cristiano o Evangélico", para más señas y pelos) me gustaba el concepto de "sois salvos por gracia", pero de cualquier manera, me pareció que si iba a basar mi fe en un libro, éste al menos debería tener menos cabos sueltos que "Lost" o ser menos retorcido que el final de "Will and Grace". El problema con este tipo de enseñanzas, que se plantean universales y atemporales, es que son de dudosa aplicación moral en nuestros días, donde los problemas se han vuelto más complejos a la luz del entendimiento científico.

En mis primeros años de Universidad conocí el Marxismo, en una época en la que todo el sistema Comunista estaba en pleno declive, evidenciando que las ideas son muy diferentes a la aplicación práctica de las mismas. Gran lección a un precio bastante caro para millones de seres humanos. Una vez más el concepto de Igualdad se trastorna en la práctica en Semejanza.

Algunos años después, abracé al Existencismo lo que me condujo directamente a las puertas del Zen. (Tienen más en común de lo que parece) El problema aquí es la Aniquilación del Yo, cuando por otra a uno le toca vivir en un mundo tangible y material. La Ley de la Selección Natural -única de eficacioa comprobada en el Universo-, alerta sobre los peligros que afronta un individuo si no se adapta a su entorno inmediato.

Hace relativamente poco tiempo me topé con el Anarquismo, buena idea, pero supremamente imposible de llevar a la práctica, ya que el Hombre,la Mujer y la Loca están aun demasiado apegados a sus instintos gregarios y , no lo podemos negar, muy apegados a la Propiedad Privada.

Así en el límite de mi propio conocimiento, me he quedado con un montón de modelos sin sentido, carentes de toda funcionalidad práctica.

Es interesante tener este punto de partida así. Al límite de la experiencia. Al límite de la nada

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