La Virgen, La Puta y La Desleal
Para aquellos indrédulos que siguen preguntándose el por qué @%€ se hace necesario analizar TAN a profundidad los efectos que las doctrinas tienen sobre nosotros, ahí les va un ejemplito:
La concepción, en la estructura del imaginario social de la sociedad heterosexual, sobre la caracterización de los tipos de mujeres.
En general, el hombre heterosexual promedio (y un poco más allá) piensa que sólo existen tres tipos de mujeres, a saber: La Virgen, La Puta y la Desleal.
Los orígenes de esta clasificación pueden observarse perfectamente en los modelos cosmológicos e ideológicos de la Biblia: María, María Magdalena y -claro está- Eva, respectivamente. Aquí me los puedo imaginar a todos pensando"Chis!, Ya se nos hizo lesbiano éste, hablando de mujeres". Pero no, estos casos-desgraciadamente-son tambíen aplicables a las relaciones homosexuales con mucha más frecuencia de lo que muchos se imaginan y de los que yo mismo desearía que ocorriesen. Ese es el problema con las doctrinas, nos afectan a todos por igual.
(En este punto es que reflexiono sobre lo dicho por Marx: estaba equivocado al decir que la Religión es el Opio del Pueblo. La religión, desde mi punto de vista, es el origen de la Neurosis de los Pueblos, pero esos son otros cien pesos.)
La Virgen, representada por María , madre de Jesús, posee todos los atributos de la mujer perfectamente virtuosa , "llena eres de Gracia", un ser Maternal, pero no-y de ninguna manera-un ser sexual. Dichos atributos son depositados en el modelo idealizado de "La Virgen", aquella mujer que es merecedora de ser procreadora, mas no amante. Ejemplo Homosexual: ¿quien no ha oido el caso, clásico entre los clásicos de los homosexuales, de la pareja que anda de novios manos-sudadas, andan meses y meses y que nunca consuman sexualmente la relación? Otro ejemplo homosexual: la pareja mentirosa: aquella que delante de la pareja no quiebra un plato,en aras de mantenerse en el altar virginal, pero que a la menor oportunidad, coge a diestra y siniestra, aunque después la culpa lo atormente.
Por otro lado, tenemos a La Puta, estelarizada infame y equívocamente en el modelo bíblico por María Magdalena. En cuanto una mujer -o un gay, en nuestro caso- asume el control de su sexualidad , se convierte inmediatamente en La Puta. El ser que es sexualmente apetecido, pero que es indigno de ser amado. Aquí se puede tener cualquier cantidad de virtudes, no importa, si se es un ser sexual ninguna de las que se puedan enumerar vale. Este me atañe de manera muy particular, y me pongo de ejemplo homosexual a mí mismo como clara víctima de esta extraña escición de roles.
Por último, Eva, quien desencadenó el prototipo de La Desleal, la mujer que lejos de ser compañera, se convierte en la Aliada del enemigo. Aquella que no sólo no ayuda, sino que encima, joroba la vida de mala manera. Relaciones de este tipo sobran para poner ejemplos...basta con analizar el hecho de la vida promedio de una relación gay (3.5 meses según mis estadísticas) para sacar las propias conclusiones.
En este planteamiento no estoy tratando de eliminar cerca de 5000 años de condicionamiento cultural, por otro modelo igual de ideal e igual de impráctico.
Pero cuando nos demos cuenta de que La Puta y la Desleal , lo mismo que la Virgen, solo existen como categorías absolutas en mentes infantiles, lograremos ver a la persona trás las idealizaciones.
En mí habita -como dice la canción- un poco de cada uno de esos personajes. Y puedo ser la Puta, La Desleal y aun así, ser el objeto del amor de alguien. Y puedo ser -también-la Virgen, aun como soy, lleno de defectos.
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