viernes, 25 de mayo de 2007

Desobediencia

Recientemente me tropecé en Metromedia con un libro de Erich Fromm, sobre la desobediencia social, en los que explican desde el punto de vista del psicoanálisis, los principios de la dinámica sociedad- individuo, fundamentada ésta en el control de muchos por parte de muy pocos y como el individuo solo puede aspirar a la verdadera libertad en función de las elecciones concientes que haga en su vida.

Es interesante poder llegar a las mismas conclusiones de manera separada. El principio básico de la discusión se fundamenta en la necesidad que el individuo tiene de obedecer a una autoridad superior (Dios, un sacerdote, un poder político o gobierno o incluso los padres). Muchos de los problemas sociales que enfrenta actualmente la humanidad derivan de manera directa en esta necesidad de sometimiento. Por ejemplo, los adolescentes que experimentan la excesiva presión social, en las escuelas secundarias, lo que los conduce a tener relaciones sexuales precoces, desórdenes alimenticios , e incluso a cometer masacres como la de Columbine en los Estados Unidos.

Por desgracia, es muy poco lo que se le enseña a alguien sobre cómo lograr separarse del rebaño y, al contario, mucho lo que se hace para convertir a cada individuo de la sociedad en un borreguito más del mismo. Nos educan para que sintamos ese instinto gregario, para que sintamos que sin el apoyo del resto del grupo no valemos nada y no somos nada. Nos enseñan que "todo el mundo necesita a alguien a quien amar" y -más peligroso aún- que mi autoestima debe estar fundamentada en que El Otro me quiera y me acepte. Si no tengo esta aceptación por parte de los demás somos condenados a una especie de exilio ostracista, nos convertimos en parias indignos de sentir siquiera amor propio. Así es cómo funcionan las cosas.

Y una vez más yace en el sustrato del problema la problemática del control. Por que si las cosas se mantienen funcionando de determinada manera, los que ostentan el control podrán seguir en su condición de ventaja, hasta que, por medio de alguna extraña anomalía fortuita del sistema (El Arquitecto tenía razón) se compruebe que algo anda mal y se haga algo para balancear de alguna manera la ecuación.

Fromm no propone en su ensayo la desobediencia como solución al problema del control-al menos hasta el punto que leí-, aunque bien, establece de manera clara la diferencia entre una obediencia conciente y la sumisión total a las estructuras de control social.

Yo quiero llegar un poco más lejos. Si mis experiencias son las que de alguna manera las que determinan mi calidad de vida y el trasgredir las normas es, hasta cierto punto válido y aun me atreveré a decir que necesario, a fin de verificar de manera empírica la aplicabilidad de lo que podríamos llamar "Principios Morales" (con el único objetivo de tener un punto de referencia común a lo que yo prefiero llamar principios básicos de convivencia grupal).

El problema con la desobediencia es que está inevitablente asociada con el castigo. Todas las sociedades primitivas cuentan, en alguna parte de su mitología los terribles castigos a los que se sometía los trasgresores. Estos mitos, como el de Adán y Eva, Prometeo, Los Gemelos Mayas, Horus, etc., e incluso los mitos sobre el abismo al final del mundo, dan cuenta de la suerte que corrían aquellos que se atrevían a ir más allá. Esto me inclina a sospechar que ningún modelo religioso,- fundamentado en esta clase de mitos, ni cualquier otro sistema que promueva que el sometimiento a las adversidades de esta vida son promesas de premios en vidas posteriores-, conduce verdaderamente a la liberación de la persona.

De manera adicional, la persona que desobedece, sufre el malestar interno -culpa- en función de la fantasía de retaliación o castigo, que imposibilita la libertad a nivel interno, reduciendo las posibilidades de insurreción y desobediencia aún más.

Estos son los adversarios contra los que tenemos que revelarnos. Veamos a dónde nos conduce esta nueva aventura.¿Qué será lo que de verdad sucede cuando ejerzo la desobediencia?

Post Scriptum

Olvidé mencionar que en la localidad hay una aldea de nombre "El Cubulero"...¿Casualidad?

domingo, 20 de mayo de 2007

Pueblo Chico

Soy una persona muy difícil de impresionar y entre más tiempo pasa,la situación tiende a volverse más extrema.

Pero lo ocurrido en las últimas dos semanas en mi gira por el sur de mi país verdaderamente amerita un blog.

Todo comenzó el día en que aparecí por esas áridas tierras del sur. Al llegar al desvío de Jícaro Galán, me sorprendió ver a una muchachita de razgos bastante ambiguos. Después de pasar los siguientes cuatro o cinco minutos tratando de determinar -en vano- su género.

Al momento hizo su aparición un segundo hijo de Hermes y Afrodita, aunque éste era -muy a su propio pesar- muchísimo menos ambiguo que el primero. De ahí deduje que se trataba de las loquitas del pueblo.

Estaba equivocado. No eran LAS loquitas del pueblo. Eran apenas ua pequeña muestra,en el vasto Universo de partidas de ese lugar. Al voltear y ver en cualquier dirección aleatoria, encontraba una y otra y otra y otra más. En la frontera del Amatillo había incluso una pareja estable de lesbianas reconocidas. Desgraciadamente para mi, nada que llamara mi atención sexual, pero en cuanto a la cantidad relativa de loquitas por superficie de área no había visto nada igual desde Chueca.

Impresionante. Pero lo que de verdad llamó mi atención fue el hecho de que a pesar de ser afeminadísimos al punto del travestismo, los lugareños aparentaban una tolerancia extraordinaria, digna de un país con otro nivel cultural. Supongo que la frecuencia hace callo.

Lo importante, de cualquier manera, es la confirmación experimental a mi teoría que la homosexualidad será más aceptada a nivel social, en la medida que la gente sea expuesta al conocimiento y la aceptación de la exitencia de gente que tiene preferencias sexuales diferentes.

Pueblo chico, loquitas valientes.

miércoles, 2 de mayo de 2007

La Virgen, La Puta y La Desleal

Para aquellos indrédulos que siguen preguntándose el por qué @%€ se hace necesario analizar TAN a profundidad los efectos que las doctrinas tienen sobre nosotros, ahí les va un ejemplito:

La concepción, en la estructura del imaginario social de la sociedad heterosexual, sobre la caracterización de los tipos de mujeres.

En general, el hombre heterosexual promedio (y un poco más allá) piensa que sólo existen tres tipos de mujeres, a saber: La Virgen, La Puta y la Desleal.

Los orígenes de esta clasificación pueden observarse perfectamente en los modelos cosmológicos e ideológicos de la Biblia: María, María Magdalena y -claro está- Eva, respectivamente. Aquí me los puedo imaginar a todos pensando"Chis!, Ya se nos hizo lesbiano éste, hablando de mujeres". Pero no, estos casos-desgraciadamente-son tambíen aplicables a las relaciones homosexuales con mucha más frecuencia de lo que muchos se imaginan y de los que yo mismo desearía que ocorriesen. Ese es el problema con las doctrinas, nos afectan a todos por igual.

(En este punto es que reflexiono sobre lo dicho por Marx: estaba equivocado al decir que la Religión es el Opio del Pueblo. La religión, desde mi punto de vista, es el origen de la Neurosis de los Pueblos, pero esos son otros cien pesos.)

La Virgen, representada por María , madre de Jesús, posee todos los atributos de la mujer perfectamente virtuosa , "llena eres de Gracia", un ser Maternal, pero no-y de ninguna manera-un ser sexual. Dichos atributos son depositados en el modelo idealizado de "La Virgen", aquella mujer que es merecedora de ser procreadora, mas no amante. Ejemplo Homosexual: ¿quien no ha oido el caso, clásico entre los clásicos de los homosexuales, de la pareja que anda de novios manos-sudadas, andan meses y meses y que nunca consuman sexualmente la relación? Otro ejemplo homosexual: la pareja mentirosa: aquella que delante de la pareja no quiebra un plato,en aras de mantenerse en el altar virginal, pero que a la menor oportunidad, coge a diestra y siniestra, aunque después la culpa lo atormente.

Por otro lado, tenemos a La Puta, estelarizada infame y equívocamente en el modelo bíblico por María Magdalena. En cuanto una mujer -o un gay, en nuestro caso- asume el control de su sexualidad , se convierte inmediatamente en La Puta. El ser que es sexualmente apetecido, pero que es indigno de ser amado. Aquí se puede tener cualquier cantidad de virtudes, no importa, si se es un ser sexual ninguna de las que se puedan enumerar vale. Este me atañe de manera muy particular, y me pongo de ejemplo homosexual a mí mismo como clara víctima de esta extraña escición de roles.

Por último, Eva, quien desencadenó el prototipo de La Desleal, la mujer que lejos de ser compañera, se convierte en la Aliada del enemigo. Aquella que no sólo no ayuda, sino que encima, joroba la vida de mala manera. Relaciones de este tipo sobran para poner ejemplos...basta con analizar el hecho de la vida promedio de una relación gay (3.5 meses según mis estadísticas) para sacar las propias conclusiones.

En este planteamiento no estoy tratando de eliminar cerca de 5000 años de condicionamiento cultural, por otro modelo igual de ideal e igual de impráctico.

Pero cuando nos demos cuenta de que La Puta y la Desleal , lo mismo que la Virgen, solo existen como categorías absolutas en mentes infantiles, lograremos ver a la persona trás las idealizaciones.

En mí habita -como dice la canción- un poco de cada uno de esos personajes. Y puedo ser la Puta, La Desleal y aun así, ser el objeto del amor de alguien. Y puedo ser -también-la Virgen, aun como soy, lleno de defectos.