Dónde dejé mi blog?

Hay épocas de mucha creatividad y períodos muertos en la vida de alguien cuya personalidad raya peligrosamente en lo dipolar.

Me tocó recientemente atravesar una de esas crisis existenciales en las que terminé por concluir que las cosas no tienen más sentido que el que uno mismo les da.

En estos arranques en los que siento que la compañía es apenas tolerable decidí conseguirme un novio. Este es un ejercicio interesante, ya que lo obliga a uno a ejercer en una convivencia que seguramente no necesita y mucho menos desea, considerando que uno puede prescindir perfectamente de los inconvenientes que una relación generalmente provoca, particularmente en intervalos de mi vida como éste, en los que en mis días apenas hay tiempo para ir a hacer del número dos al baño.

Para sorpresa de muchos, hasta la más puta tiene su corazoncito -en este momento me cruza por la mente el presentar mi servicio voluntario como productor del programa de "La Señora León", pero inmediatamente arremete contra mí mi Xoppa interior, repitiendo en tono áspero "distancia y categoría, Honey...."- asi que, en el poco tiempo libre que me queda, me apunté a ser novio a tiempo completo.

Cada relación es diferente, desde la perspectiva de la edad, la experiencia y el compañero y uno, si bien le va, aprende a tratar de aceptar esas pequeñas y exasperantes diferencias que constituyen al otro como un individuo.

Llegando uno a la Acracia Absoluta, Es posible encontrar el Amor?

Y justo cuando uno cree que las respuestas están todas escritas y que no hay nada nuevo bajo el cielo, se da uno cuenta que la vida es como un Canopy...si uno va por la Vida con los ojos cerrados, incluso por el cansancio, se va perdiendo toda la aventura que se pueda hallar en ella.

Fue así como decidí abrir los ojos y voltié y ví... y encontré mi blogcito perdido. Lo había dejado junto a mi egoismo.