Una velita más
A mi siempre me han gustado los cumpleaños. Es el pretexto ideal para rodearse de la gente que a uno lo aprecia y así compartir bueno momentos. Este en particular me tocó vivirlo solo, pero por elección. En otras épocas esto hubierame bastado para deprimirme a la mejor tradición de la Chica Prozac ® y su clan de dipolares y esquizofrénicas.
Ya no.
No hubo cuestionamientos sobre qué he logrado y qué no a estas alturas de mi vida. Ni resentimientos contra las personas que no se acordaron de la fecha.
Solo paz y agradecimiento para aquellos que no sólo han sido un lastre en mi vida, si no que han aportado su cariño y su amistad.
Un abrazo a todos.